jueves, 9 de junio de 2011

ASTORGA el sello de GAUDI

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  1. El Palacio Episcopal de Astorga es un edificio proyectado por el arquitecto español Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán. Está situado en la ciudad de Astorga, provincia de León, en cuya capital se encuentra la Casa Botines, que junto con El Capricho de Comillas son las únicas obras de Gaudí fuera de Cataluña. La construcción se llevó a cabo entre 1889 y 1915.
    Unos años antes se había producido un incendio en el palacio episcopal, que lo dejó totalmente destruido. Ya que la ciudad no disponía de un arquitecto diocesano, el obispo Joan Baptista Grau i Vallespinós decidió encargar la construcción del nuevo palacio episcopal a su amigo Gaudí. La amistad entre ambos había comenzado años atrás mientras Grau –reusense como Gaudí– fue vicario general de la archidiócesis de Tarragona e inauguró la iglesia de Jesús-María cuyo altar Gaudí había diseñado.1
    Cuando Gaudí recibió el encargo de construir el palacio episcopal estaba ocupado en diversos proyectos, como el Palacio Güell, los Pabellones Güell, el Colegio de las Teresianas y la Sagrada Familia,1 por lo que no podía desplazarse a Astorga para estudiar el terreno y el entorno del nuevo edificio. Para no retrasar el proyecto le pidió al obispo que le enviase fotografías, dibujos y demás información del lugar, que le permitiesen comenzar a proyectar el palacio de manera que armonizase con las edificaciones de su entorno. Una vez hubo estudiado todo el material recibido, Gaudí preparó los planos del proyecto y los envió a Astorga. Grau se sintió satisfecho e inició los trámites para obtener los permisos administrativos. Después de haberse introducido algunas modificaciones, el proyecto fue aprobado en el mes de febrero de 1889. Unos meses después, el 24 de junio, se puso la primera piedra.
    Aunque por subasta pública las obras se adjudicaron al contratista astorgano Policarpo Arias Rodríguez, Gaudí decidió emplear en la obra obreros y albañiles catalanes que ya habían trabajado para él, a fin de que durante sus ausencias la obra continuase de forma precisa según sus ideas. El Palacio Episcopal de Astorga es un edificio que tiene un aire medieval, apropiado para su finalidad. Gaudí lo proyectó en estilo neogótico,2 corriente que provenía de la arquitectura historicista de moda en aquel momento, y que Gaudí empleó en el Colegio de las Teresianas, en Bellesguard y en la Casa Botines, además de en Astorga.
    La piedra en la que está construido (granito gris del Bierzo) es respetuosa con el entorno, en especial con la catedral que se encuentra en la inmediata vecindad, así como también con la naturaleza, que en la Astorga de finales del siglo XIX estaba más presente que en la actualidad. No obstante, el edificio también incorpora algunos de los elementos que caracterizarían a Gaudí en sus futuras obras, como los arcos de la entrada principal y el volumen situado encima de ella o las grandes chimeneas que de forma ostensible se integran en las fachadas laterales.
    La fachada presenta cuatro torres cilíndricas, y está rodeada de un foso. El pórtico tiene tres grandes arcos abocinados, hechos con sillares separados entre sí por contrafuertes inclinados; Gaudí había proyectado coronar la fachada con un ángel de cinco metros de altura, que finalmente no se llevó a cabo.3 La parte posterior presenta un ábside en la capilla, rodeado de tres pequeños absidiolos. La planta baja contiene un gran vestíbulo, del que parte la escalera noble, adquiriendo una gran altura que permite la apertura de grandes ventanas, de forma triangular, que proporcionan una gran luminosidad; este esquema recuerda un poco al utilizado en el Palacio Güell.2 La estructura del edificio se sustenta en pilares con capiteles decorados y en bóvedas de crucería sobre arcos ojivales de cerámica vidriada. Se remata con un almenado de estilo mudéjar.3

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